Como toda fiesta el día después tuvo su resaca. Nos pilló más cansados, y dormimos sin prisas.
El día hoy está nublado y llovizna, así que nos vamos de paseo al centro sin rumbo fijo, a comer kebab y visitar el bazar egipcio. Estos turcos no paran de ofrecernos todo tipo de artículos de adorno, ropas, comidas, etc, y a nosotros cada vez nos queda menos dinero.
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